He sido veneno, he sido muerte, he sido homicidio.
He sido basura, he sido putrefacción y he sido vómito.
Conozco el sabor del azúcar, el sabor del cielo y del fuego.
Conozco parte de la gloria, parte de los ángeles y parte de un sueño.
¡Porque he entregado! y he perdido
¡Porque he creado! y he abandonado
¡Porque he amado! y he herido
He sido masa, he sido sobras, he sido pesadilla.
He sido vergüenza, he sido dolor y he sido lágrimas.
Conozco el sabor de lo ideal, el sabor de las ganas y de la satisfacción.
Conozco parte del orgasmo, parte de la adrenalina y parte del aprendizaje.
¡Porque he llorado! y he vencido
¡Porque he caído! y me he levantado
¡Porque me ha costado! y lo he hecho tan sencillo.
Una lucha constante entre no saber cuál es el error que he cometido
o que sigo cometiendo.
Una búsqueda constante de ¿qué es lo que falta? ¿Qué es lo que sobra?
Una lucha constante entre mi ser y yo.
YO Y MI OTRO YO.
Y ¿quién soy yo? ¿Quién es el -yo- real?
El que gobierna en el momento,
es por eso que diariamente escurre sangre de mis pensamientos,
ácido de mi sudor y agruras de lo que se dice y no se dice...
YO Y MI OTRO YO.