Hay que volver a empezar...,
cuando las derrotas son ya demasiadas,
cuando el aura te invoca tu marcha,
cuando las cartas están mal repartidas.
Hay que volver a empezar,
cuando piensas en venganzas,
las venganzas crean dos tumbas,
la de tu enemigo y la tuya.
Hay que volver a empezar,
cuando no controlas las armas diplomáticas,
cuando te vencen con sucias armas,
cuando por más que luchas no avanzas..
Hay que volver a empezar,
eso sí con tus armas y experiencias,
con tus exquisitas y buenas maneras,
y no olvidando las afrentas ni las alianzas.