Al otro lado del espejo
Dulce observa
la calidez del entorno
reniega del tiempo
minutero insidioso
que oculto te mantiene.
Y en este vacío del bosque
donde se pierden las hadas
ante tu mirada de lobo
es puro cuento.
Pretender esconder el amor
que brota a través del cristal
en las letras de manantial
y resbalan en cada verso
no se puede asegurar
hasta que aparezca
ese tierno conejo.