De opacidad y sombras hablaba,
de piedras y vidrios rotos los días,
de nubes mate y lluvia ácida las noches,
de turbulencia y humedad el despertar,
sin sabor ni brisa en la piel las canciones.
De espinas y hojas pardas,
de ruido y nostalgia cada paso,
de agua fría y hielos cálidos la vida,
de sonido sin una voz que lo escuchara,
de corazón sin una mano que lo acariciara,
de ojos de océano sin un pañuelo que los secara.
Y en otra boca descansaba tu sonrisa,
en otros dedos se tejía tu pelo,
con otros besos se mojaba tu espalda,
caminando con agujas de tiempo
esperando coincidir.
Ven a regalarme ese sol,
que se asoma por cada espacio
que hay entre tus dientes.
despiértame con un beso,
que revoque todas mis raíces,
lleva al mar a tu vida junto a la mía,
cierra la puerta al llegar
y no la abras jamás.