Gracias a ti
y a este amor tan puro y sincero
he renacido desde muy adentro
adentro de todo mi ser.
Hoy vuelvo a ser
aquella que he sido antes
¡pero tan distinta a la que fui ayer!
¡Soy muy feliz!
Feliz de haberte hallado
por las estrellas que me han guiado
hasta la gruta de tu tibio amor.
Pensando en ti
nunca podría enmudecerme;
siempre tendría algo que decirte…
decirte que:
te amo como nunca he amado,
que eres mi cielo todo estrellado
y sin nubes a tu alrededor;
o ese perfume
con aroma a oriente
tan fresco y dulce,
tan diferente
que perfumará nuestro hogar.
Ese hogar
que nos está esperando
y donde toda la vida
nos hemos de amar.