Tal vez no te vea con mi mente
cuando muerdes por los flancos
mis deseos.
Tal vez nunca te quiera en mi corazón,
solo a ti,
como tú quieres.
¡Pequeña extraña!
De labios picantes y ombligo sigiloso
avanzas y avanzas
como en mordaz cruzada
chispeando el pecado
ante mi frágil cautiverio
Tal vez no quieras.
Tal vez yo lo desee.
Quizás solo somos fiebre atmosférica
que en nuestras bocas
calienta sus alas
y descargan sus tormentas
en alguna peregrina desnudez
¿existe acaso, rumores de capitulación?
La soledad no es un cordero
que bebe agua
La soledad es una vestidura
que se abalanza,
con sonido lento,
sobre todo lo humano
aunque se cierren los ojos
luego de una despedida