Yo no juzgo la elocuencia
Que nos muestra este señor,
Pero juzgo esa demencia
Para buscar solución;
Es muy ducho en toda encuesta
Que siempre está a su favor,
Con la clásica advertencia
Fue mi pueblo el que mandó;
Las promesas de campaña
Ahora debe de cumplir,
De los maestros la saña
Hoy no puede reprimir;
Le vendió, al diablo, su alma
Y al final dirá que sí…
En la frontera promete
De los sueldos, los mejores
Empresarios corredores
Ven como los compromete;
Los huachicoleros arremeten,
Los considera los peores,
Del sistema son dolores
Y ellos, tan solo acometen;
Y el país va de caída,
Sin hallar un responsable
De este gran caos sin guía:
¿Qué encontrar de rescatable,
Ante la sarta de mentiras
De un dictador indomable?
Y, ¿quién es ese señor?
Ya saben quien...