Como pasas por mi mente sin dejar de suspirar
tus ojos tan bellos, tan llenítos de amor,
tu alegría que inundaba mi alma y corazón,
tus juegos que dejabas en mis manos y mi ser.
Esos días de chocolates y helado,
ésos de tareas y muñecas para dos,
ésos que ya no sin más, que ya no están,
Pues te has ido mi dulce respirar.
Dejaste tu olor a flores en mi cuarto y mi piel,
tus risas y locuras recordándose total,
hasta que vuelvas a mi lado mi bella Soledad,
a acompañar a tu tía que acá sola está.
Esperando que sea viernes y vuelvas a visitar,
a tu tía loca y vieja que te sabe agradar,
en tus juegos, tus comidas, tus infantil mirar,
hasta que tu misma crezcas y te vallas de acá.
De mi lado y lo se...
Pero aún no mi niña bella, porque aún tu acá estas,
en mi casa, en mi vera, en mi abrazo y mi mirar,
pues te amo dulce niña, es tu tía la loca que te ve,
como el más dulce tesoríto que tiene sin más.
A su lado desde lejos pero en el corazón,
en el alma que te aguarda a que vengas a jugar,
a darme alegría y despojar mi soledad .
J.