Carlos Hector Alvarez

Vete...

 

 

¡Vete, vete de mi vera!

no vuelvas la mirada,

se acabó la primavera

que nuestras vidas, alegraba.

 

El otoño fue llegando.

Con el frío de tu desdén

se fueron marchitando,

las flores de mi edén.

 

Llegaste en el invierno

de mi vida deshojada

por el desamor eterno,

que la tenía postrada.

 

El fulgor de tu mirada

trajo calor a mi verano,

confieso, no esperaba.

más no llegó en vano

 

Llenó mi vida de alegrías,

volví a ser feliz, sin pensarlo

Dios escuchó mis plegarias

¡No puedo negarlo!

 

Hoy te pido que me dejes,

ya veré como te olvido.

A medida que te alejes

negaré ,el haberte  conocido