Mi amor, el andariego
Andariego que al andar
su paso no es para luego.
Lleva todo su furor
lleva ansias, lleva amor
y en su pecho lleva fuego.
Andando la vida ahora
surge una luz en lo oscuro,
el andariego no lleva apuros
lleva leños en su costado,
un pensamiento impregnado
con amor a la poesía.
Lleva pasión con armonía
y a la tierra quiere fertilizar.
El andariego puede cruzar
ese hondo rio que se interpone.
El andariego lleva vida
fuerzas en condiciones
para poder vencer.
En la montaña puede ver
de la luna su verde reflejo
un arcoíris que se asoma,
y la rapidez de una paloma
que deja su rostro perplejo.
El andariego puede palpar
la distancia desde arriba,
él sabe que en el llano
revotan mil mentiras
que al cielo pueden llegar.
Es la libertad de labrar
su tierra con afán.
El andariego puede pensar
si habrá un sitio más elegante
donde los hombres amantes
del verso involucrado
en libertad sin ser engañados
y puedan comer su pan
llegar a la inmensidad
del llano que le espera.
El andariego no anda a ciegas
porque tiene todo logrado,
lleva amor que al suelo riega
y un arma punzante en su costado.