Deslumbrado de inhibiciones, de aleatorias carencias
No aborrezco los tañidos ni los silencios palatinos,
La imaginación integrada ha llegado hasta tus labios
Y los temores fenecen en tus cabellos sumisos.
Lo frágil muta impreciso a las tumbas incipientes,
Sostengo lo tenaz de cara a la reciedumbre del viento.
Tu cuerpo vibra extraño en el desierto de mis añejas ansias,
Tus palabras se diluyen en la extrañeza de mi idioma.
Creo que soy feliz en este espacio impreciso
Donde tu alma se ordena entre avatares extraños.
Trasladado a utopía, se desmoronan las barreras de tu entorno.