Y yo que me soñé contigo,
para acompañar mi andar eterno,
para en tu piel encontrar abrigo
y así enfrentar el cruel invierno.
Soñé en tus ojos ver mil amaneceres,
recorrer mil pueblos de tu mano,
besar tu cuerpo palmo a palmo,
hallar el mayor de los placeres.
Recorrer la playa a pies descalzos,
Vaciar mil botellas de vino,
Dormir cada noche en tus brazos,
arrullarme en tu aliento fino.
Mas triste se rompe mi sueño
y las ilusiones que en el pinto,
tu sueñas con alguien distinto,
con quien es de tu amor dueño.
cc Juan Manuel Guajardo
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