No estoy sola
estuve transmutándome
porque la soledad
para mí es otra cosa.
Estuve sanando mi infancia
el grito de mi alma
la sonoridad de mis sombras
que se oían
desde la terraza
aturdidas y regañonas.
Estuve lamiéndome
las heridas
poniéndome emplastos
de manzanilla, con pétalos
de jazmines y de rosas,
en cada cicatriz hecha perla
hoy, hay una diadema de corona.
Puede ser, que mi camino sea
un aprendizaje en solitario
un gerundio que aminora
el mandato de algún ángel
siempre…
lleno de amor por las personas
aunque no me siento sola
porque la soledad
para mí es otra cosa.