De tus labios
Mis labios de tus besos ya bebieron
el néctar del suspiro sublimado,
el gozo del edén idolatrado
su délfico placer reconocieron.
La noche y la esperanza convergieron
en medio de un delirio consagrado,
fluyendo en el elixir revelado
el éxtasis que juntos prometieron.
El cenit cual magnífico apogeo
irrumpe en su frenética locura
y escala hacia la cima del desvelo.
Se escucha en el vigor el balbuceo
cual eco de una entrega sin mesura
que inspira el surtidor del fiel anhelo.
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul