Tienes magia ilimitada,
no es un spectro patronum, ni un dementor,
es tu mirada
que ávida e inocente le dice a mi voz:
\"Puedes conmigo olvidar tus temerosas palabras\"
pero reniego a esta condición,
quién soy yo sino la timidez atada
a la ternura de la que tanto hablas con emoción.
Hoy es una noche oscura y fría
pero el simple hecho de recordar tus labios
me calienta, vida mía,
más que cualquier desierto árido.
Finjamos, preciosa, que estamos juntos
por encima de las estrellas,
que no existen ojos más puros,
que te envidian por brillar más que cualquier estela.
Este lamento impío, desgarrador
que fue distanciarme de tu amor,
no existía infierno más aterrador
que pensar que olvidarías mi voz.
Ahora estoy más lúcido
y aún me haces ser romántico,
me haces querer ser poeta, pintor, músico,
me haces ser clásico
solo para describir tu silueta
con mi lienzo, con mis cuerdas, con mis letras,
por ti tocaría cada puerta
hasta encontrar tus mejillas y tu sonrisa perfecta.
Ven, deja limpio tus lágrimas ternura,
usa mis labios para secarlas
porque sé que no existe peor ruptura
que en la que no sabes si decir adiós o decir hasta nunca.
Ven, áptero ángel.
Ven, que hemos perdido mucho tiempo...