Y volví a soñar contigo,
pero esta vez tal como quieres.
Fueron ardientes hechos,
no fueron frases, no fueron verbos,
sino mis manos calientes
que tocaron bien tus pechos.
Mi mente ya no pensaba
solo se dejaba llevar,
por el sudor de mi cuerpo
que escurría ya sin cesar.
Bien no recuerdo tus labios
pues no los podía yo ver,
solo recuerdo tus besos
de tan profundo placer.
Y olvide parte del sueño
pero no así su final,
pues en la nube del cielo
el éxtasis fue a parar.
También recuerdo las frases
que me decías con tu piel,
pero era algo así por primera
vez que terminabas mujer.
-Juan Antonio Ayala H.-