Me siento agua sin beber,
y río sin agua, risa sin bocas,
y besos sin amor.
La herida de quien quiere ser tu dueño
y no se anima
aquel que sueña un sueño irreal
y termina navegando en pequeñas pesadillas
el ilusionista de un beso jamás dado
la caricia autosuficiente
con lo propio de los dedos que ha nacido
desdén de fantasía ya gastada.