Mujer mía,
espero que estreches mi poema hacia tu pecho
así como yo estrecho tu recuerdo al mío.
Mujer mía, no me sueltes.
No me sueltes que te quiero.
Quiéreme en la letra con la luna,
quiéreme en la sombra de tu nicho.
Letras desamparadas en el papel te esperan
son su lira de acentos y su espejo de signos.
Bríndales el refugio de tu mente y dulces
te cantarán la melodía del amor.
Dilo: \"Yo también te quiero\"
¡Oh Carmina!
Callemos solo nuestras bocas al vasallaje de los besos,
al vendaval de las caricias
y a la mordaza del placer.
Quiéreme. Quiéreme en la letra con la luna,
Quiéreme a la sombra de tu nicho.
¿Y para qué sirve mi poema, te preguntas?
Los actos son poemas Carmina,
o al menos es lo que pretenden ser...
Así que espero que me estreches en tu pecho
¡Oh Carmina, mujer mía!
yo te quiero.