Daniel Memmo

Tenía algo que decir..

Tenía algo que decir,

pero sus dientes apretaron la lengua,

decidió caer vencido sin haberlo intentado,

retrocedió lentamente y dejó correr la escena,

asumió su rol de ausente,

dejó su renuncia en el silencio de la plaza,

 le encargó a la excusa muda,

que hablara por él.

Tenía algo que decir,

pero opto que el silencio cotizara más que sus palabras,

no quiso creer en destinos,

ni en brujas

ni en las líneas de su manos.

Un boleto de ida, con destino al olvido,

y un asiento del lado de la ventanilla,

para despedirse del paisaje,

con una lágrima escondida, justificada como un bostezo,

fue su despedida.., en silencio,

y en cada esquina la veía a ella,

saludando compungida.

Tenía algo que decir,

pero decidió escaparse,

el principio fue perfecto,

la trama era simple,

el final asomaba sonriente,

como novela de adolescentes,

pero se fue en silencio..,

dejando tachado su nombre,

en las hojas de la memoria de una princesa,

que guardo luto antes de vestirse de blanco,

dicen que lo lloró un río,

y un día se seco su fuente de tristeza,

encontró algo de risas,

en un poeta de versos sencillos,

que le brindo pan e hijos corriendo por la casa.

Cuentan que la luna sabía que aún ella lo extrañaba,

pero prefirió llevarse a la tierra su pena,

y jurar que ya no lo recordaba.

Tenía algo que decir,

mientras transpiraba gotas de sudor alcohólicas,

aferrado en la barra,

rompiendo el silencio como si fuera una despedida,

y como un fuego de sus tripas,

su confesión soltaba,

pero no fue muy claro,

apenas escuche el murmullo de aquellas palabras,

cuando en  whisky las ahogaba.

 

     Daniel Memmo