Estoy aquí fresco, en un tórrido verano, parado en la cresta de la ola de un embravecido mar, frente al esplendoroso parque verde descubriendo tus secretos y admirando tu balcón florido.
Pienso en mi insolente irrupción, en éste, tu majestuoso mundo de colorida poesía, tan lleno de ti, que solo aquí,parado en las crestas de la ola puedo inclinarme ante su majestuosa belleza.
Observo la pequeña Arboleda, sus coloridas montañas y pienso en ti, capaz de acunarte en los días calientes de verano, y abrazando la nieve de invierno, y que lindo sería sentir tu cálido abrazo y tu aliento de fuego.
Parado aquí en la cresta de las olas observo los bancos, donde la gente se acurruca ante la caricia del viento, soplando con mucha pasión, sabiendo que su frescura invita a la inspiración, mientras yo sigo observando tus lagos y ese balcón florido, emergiendo desde la verde arboleda, preguntándome, ¿ Aquí tendrá su inspiración en este, su paisaje, su balcón florido lleno de secretos? Estas rocas y sus cicatrices, cubiertas por un insolente mar, también quiere escapar a ese, tu bello balcón florido.
Observo desde esta altura, la fuente de tu poder, lagos azules y transparentes que con mucha esperanza de amor, en un pacto de fe eterna, sin saber que sólo la rutina es capaz de abrirme con esa maldita e invisible llave de la rutina y que la experiencia de la vida, nos deja ver esa escondida felicidad.
Este es un mar de ensueño, besando también mi rostro y yo aquí parado en la cresta de la ola, observando el balcón florido, con tus secretos profundos que me hacen pensar en tus sueños de libertad, libertad de amor en tu corazón, y que solo tu balcón florido guarde secretos de ese dulce paraíso
Sigo parado aquí en la cresta de éstas olas que, me hacen bailar a su antojo y mojan mi rostro con sus húmedos brazos o son lágrimas de sal, que nublan mis ojos, sabiendo que pronto llegará el invierno y me iré, para nunca más poder observar desde las crestas de las olas, ese balcón lleno de ti, con secretos, que son tuyos, con tus versos y poesías, y que también es donde nació, mi verdadera musa, aquella que me llena de amor y que extraño con el Alma.
José Luis Vega