Mi espíritu cortado con un cristal,
mis manos detenidas por el dolo,
fatales recuerdos por un portal,
sellan mi mente dejándome solo.
De sentimientos nunca supiste,
amor nunca se escuchó en tus labios,
la falsa ilusión no detuviste,
dejándome amargos resabios.
Ardió mi ser atrapado en tu red
mi cielo nublado dejaste cayado,
fotos colgadas en la pared,
y una visión fútil a mi lado.
En la mesa, solo una hoja en blanco,
sobre sin remitente y destinatario,
palabras que cayeron a un barranco
y le diste a mi vida un calvario.