Guarde silencio que de un cuadro al revés
se ve la belleza, y tomando de esa forma
el mundo tomó ese aspecto que no ves.
La nieve sin hechura, y el punto que se transforma.
Desde Odessa, Múnich o Moscú, él ama
el círculo, ese universo de pintura ácida,
arte de creación del cosmos, que le da fama
a la ensoñación: la fórmula matemática.
Estamos en ese universo de círculos y el punto,
donde nos perdemos en la suma de la inmortalidad,
donde uno se encuentra a sí mismo, como no, junto
con los sonidos en la hierba y su soledad.
El ayer carece de sentido y hoy...la abstracción:
porque todo es, al fin y al cabo, DEFORMACIÓN.
NACHO REY