Escribir para aquellos que comparan
estilos olvidando el esfuerzo, el calor,
es como incinerar ideas a exprofeso.
Escribir para aquellos que opinan
según el compás de sus propias rimas,
es como obtener logros vacíos y ajenos.
Escribir al amor y que otros describan
el valor de tus ideas, es iniciar batallas
sabiéndote perdedor, sin hallar consuelo.
¿Qué pensará quien haya leído tus poesías?
¿Qué pensará quien secando sus lágrimas,
halló en tus versos final a su desvelo?
¿Escribir para satisfacer leyes ajenas?
¿Escribir para que unos pocos decidan
si tus poemas cumplen y son buenos?
No; Escribe solo para los apasionados,
los que ven su reflejo entre tus letras,
sin mirar leyes y rimas, sino lo sincero.
Escribe para los que buscan la calma
y necesitan hallar en cada palabra escrita
lo que tus letras reflejan como espejo.
Estos que no conocen las leyes de la poesía,
no buscan un poema catalogado de perfecto,
buscan sanar una herida; yo escribo para ellos.
Eric Rancol González