Veremos fuentes
con algunas cascadas
por los caminos.
Veremos rocas,
calizas, vigilantes,
que nos escoltan.
Veremos tanto,
y tantas cosas juntas,
por las montañas...
Y notaremos
la bruma que se forma
y nos abraza.
Y sentiremos
el beso de la brisa
con sus caricias.
Y soñaremos,
despiertos, en las cumbres
por estar vivos.
Cuando volvamos
despacio para casa
seremos libres.
Quizás más libres,
si acaso, por el logro
de hace un momento.
¡Vivir, soñar,
fundirse en un instante,
sueños y vida...!
Rafael Sánchez Ortega ©
08/02/19