El àrbol de las flores azules ,
necesitaba una siesta ,
no habìa podido dormir bien
en la noche anterior .
Y en el reposo de la siesta ,
se me apareciò tan hermoso ,
lleno de un color , que me
gusta tanto .
Lo saludè con admiraciòn ,
y este moviò sus ramas ,
desprendiendo unas flores ,
las recibì con agradecimiento .
Me ofreciò protegerme del calor ,
aportàndome frescura y su exquisita
presencia , desde ese momento ,
somos buenos amigos .
Cuando quiero estar en relajamiento ,
pienso en èl , y el ambiente se me
reconfòrta , sintiendo una suave brisa .
Siempre pienso en èl , y le envìo mucho
amor , con mi presencia y pensamiento ,
a la vez que nos observamos .