Hombre de miradas disipadas,
ser de acrobacias infinitas,
varón de océano y viento.
Amante sin rizoma, sin frutos, sin prado.
Yo te he dado raíz, solo en mí has florecido.
Para ti hice un sol, una luna, un jardín.
Y te hice mío, sin saber tu opinión.
Te bauticé de amor, mi amor…
¡Amor mío!
¿Para qué preguntar?
si te preguntaba, huías.
¿Acaso al ser tuya por vez primera,
tú me preguntaste si, contigo o sin ti,
yo quería ser solo tuya la vida entera?
¿Y para qué insistir que te amaba?
¡oh no! ¡eso menos que nada!
Si te lo recordaba y repetía
tanto hubiese sido el recato y espanto
de amar locamente a quien así te amaba
que antes de esconderte en la lejanía…
solo para ti y cortejar tu soledad
¡me arrancabas el alma!
Y si viva me ahuecabas
¿dónde ubicaría mi jardín?
¿en qué hierba te recordaría?
¿dónde tu mirada sería un cielo?
¿dónde tu corazón se haría estrella?
¿dónde, tu propia alma tendría su paz?
Sin alma ¿cómo Amor mío?
¿cómo podría sentir como siento
y expresar al tiempo y el universo
no solo que eres mi amor y que te amo
sino que…
eres el amor de mi vida
y que te amo con el alma?
P-Car
https://poesiasdepaty.blogspot.com/2017/10/poesia-mil.html
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