En un mar de hojas secas,
hallé un clavel hermoso
que tenía en sus pétalos,
tu nombre escrito.
En tus ojos claros y transparentes
me veo tan pequeño, tan sencillo,
te siento más sincera que la vida,
me vuelvo más seguro de mí mismo.
Pintaste en mí un arco iris
donde antes no había color,
exhalaste el alma en un suspiro
para regalármela aunque no la merezca.
Pues bien alguno no hice,
para merecer amor como el tuyo,
si lo hice, no recuerdo
si me amas, milagro es...