Izandro

Tulipanes Nocturnos

 

Hoy se ha bañado mi rostro

Bajo una tenue lluvia de un viejo verano,

El rocío amanecerá frío como cristal de copa infinita,

Y tus labios lucirán ausentes como lucero apagado en medianoche.

 

Los pasos del recuerdo te han seguido sobre la grama,

Los aromas indiscretos te renombran y te añoran,

El arroyo ha susurrado tu nombre en voz muy queda,

Y las flores han cerrado su corazón bajo la luna.

 

Es tiempo perfecto para evocar aromas,

El aroma de tus labios en pétalos amarillos,

La tersura de tus besos como caricia de terciopelo,

Para abrazar la tibieza de tu abrazo cuando la luz se apague.

 

Me siento a un lado del camino para esperarte,

Más el polvo de esa vera se ha dormido,

Y ha olvidado el sonido de tus pasos,

Y pienso que no hallaré a alguien como vos,

Alguien que se siente a mi lado, y ría conmigo en el silencio nocturno.

 

Pienso en el olvido de la lluvia borrando tus pasos,

Pero tus huellas en el jardín de los tulipanes se han quedado,

Me recuesto sobre la hierba,

Para dormir bajo la bendición de tu aroma que recuerdo,

Y me abriga el sopor de los tulipanes amarillos… que fueran tuyos,

Imagino hablarte con mis miradas hacia el cielo,

Y el brillo de la luna sobre los tulipanes -que palidecieron- ha acariciado a la noche,

Para que una vez más te sientes a mi lado,

Y acaricies mis cabellos entre tus dedos hechos de pétalos,

Y comprendo….

Qué difícil es imaginar… poder hallar a alguien como tú,

Con tus flores amarillas, en un jardín de tulipanes nocturnos.