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Voy perdido como un balbuceo en la garganta de la noche, extraviado como insecto hipnotizado por el tragaluz, perdido al juntar los modismos arcaicos del verso con el sanscrito antiguo del cual no entiendo ni mierda, voy perdido entre la esterilidad de un discurso y la punta del verbo oliendo a vísceras sin importar si el curso de mi mano /no/ tenga historia, no busco fama ni que un político mediocre la difame ni la nombre, sería (yo) en la historia, un silencio alquímico, una fotografía, un saludo en donde me das la mano y con la otra amartillas tu benevolente catálogo de amplio modelo para mascotas, los perros también lamen los desechos: el voto por la fama.
Nada sabe mal entre los desechos orgánicos…
Soy así entre otras cosas una película muda, una silueta en movimiento, sabiendo perfectamente que no existe, /no existo/ un papel y una botella y dos mil mililitros de gracia intoxicada de plagas pedófilas, donde la realidad se desvanece detrás del vidrio mate.
[Considero la estatura de mi voz desde los silencios más obscuros, mientras tanto hay una piedra caliza adulterándose en mis ojos, lo suficiente para entender el olor fétido de mi paciencia, perdido entre los paisajes de mis dientes y de mi habla …]
Bernardo Cortes Vicencio
Papantla, Ver, México
11:1514022019