Que atropello de siesta
hecha un siete
me pones en un brete
si defiendo a capa y espada
este sainete
mi idiotez orgánica se demora
en el traspiés
donde para morir de pie
hay que ser como un ciempiés
a todo esto con tiento
la rosa empaña los cristales
inmune al desaliento
de corazón hermafrodita
perverso y delirante
se salpican
los sexos radiantes
en un simple devaneo
lo que no es más que un cameo
te birlo el camafeo
a lo hecho pecho
vayan por delante las caras al acecho
y en definitiva la bulla que sospecho