Alexandra Quintanilla

Cuando se describe de forma bonita


La metamorfosis de la mariposa.
Una rosa a medio camino de reventar.
El cielo en su punto de arte al amanecer.
Las estrellas a la par de la luna llena…
Si tendría que describirte lo haría de esa manera.

Un vaso de agua en medio del desierto.
Un rayo de luz en plena oscuridad. Algo así luces ante mis ojos,
como un conjunto de quimeras que bien podrían hacerse realidad.

Y no voy a exagerar al decir que lo eres todo,
pero eres quizá todo lo mínimo que merezco a recompensa por las veces en las que la vida me hizo desvariar por amores no correspondidos.

Y te describo al anochecer antes de cerrar mis ojos.
Y te describo cuando hablo con la gente y de la nada se me escapa tu nombre.
Y te describo, si, te describo cuando por casualidad mis manos tocan papel y no me aguanto a invocarte en tinta,
plasmándote ahí como lo que eres,
un bohemio loco amante de la buena vida.

Y aunque la mayor parte del tiempo exagere en tu descrita y mentirosa armonía,
te describo de la forma más bonita que podría hacerlo un alma que gracias a ti ha dejado de estar herida.