Es mi jardín la espaciada noche,
mi retiro, mi pausa, ... ¡blanca luna!,
eres tú, blanco papel sin reproche,
donde se derrama la locura.
Azules astros en el nítido cielo
son las flores del alma
que pasean por su desvelo
en el paraíso de la calma
de este jazmín lunero.
Aquí, en el banco del silencio,
junto a la fuente de los sueños,
voy recuperando el aliento
esperando días nuevos.