Daniel Memmo

Venenos

No te sientes en la mesa

de aquellos que sirven cicuta como trago de hospitalidad,

los que dan patadas cuando te ven cojear,

a los que aluden a la mariposas

y crían serpientes,

atentos al trasero ajeno,

y preparados para delatar a los démas ,

esconden montaña de mugre debajo de la alfombra,

y dan discursos de moralidad,

sus mejores triunfos son las derrotas ajenas,

aléjate!!

deséales el doble de lo que desean para ti,

no formes la fila como donador de veneno,

escapa de sus envidias,

de unirte a la crítica y los rumores que generan daños,

esquívalos!!

no generalices tus fracasos,

no busque el alivio en las tragedias de los demás,

no esperes más que una mordida en un serpentario,

si te vas a unir a su carnaval,

no te olvides de llevar la máscara de doble faz,

cuando juegues al pequeño traidor

y sientas el puñal en la espalda,

no te lamentes porque no te avisaron con el beso en la mejilla.

Venenos en frascos prácticos,

en chimentos,

en la las líneas del predicador,

en símbolos agrios,

en la tapas de los diarios,

en los consejos de un maltratador,

venenos que saben a compasión..,

a frutillas..,

empalagando el paladar,

endulzando tus oídos,

y serás el plato frío de una traición.

No duermas en los nidos de los cuervos,

no estés pendiente en el ritmo de los demás,

no busques sentirte alto frente a quien se arrastra,

no juzgue a quien mal la pasa,

y veneras al calavera de diente de oro,

que se alimenta de estafas y habla de honestidad.

Si vas a sembrar con veneno,

el camino de tu vida,

no te lamentes cuando te encuentres solo,

rodeado de espinas,

respirando el aire tóxico,

confundido en tu laberinto oscuro,

en un paisaje devastado por tu propia maldad.

 

     Daniel Memmo