kavanarudén

Olvido

 

 

Un recuerdo más que se perdió en el laberinto del olvido.

Perdida se sentía, no sabía lo que estaba sucediendo.

Tembló de temor. Aquel lugar no le era del todo desconocido.

Aquella cara era familiar, le sonreía con amor, la besaba en al frente con ternura, la trataba con mucho cariño. Se esforzaba por recordarla, pero….no podía.

En ocasiones tenía relámpagos, destellos de recuerdos que se apagaban con la velocidad en que aparecían. 

Confusión, temor, incerteza, impotencia.

¿Qué me está sucediendo? En ocasiones se preguntaba, cuando la visitaba la memoria.

Podía pasarse horas y horas sentada, con la mirada perdida al horizonte. Lloraba sin saber el por qué. En ocasiones se sentía enfadada, tampoco sabía el motivo.

¿Otra vez comer? Ya he comido o ¿tal ves no? No lo sé....¡Dios que angustia!

Cada vez aparecía más frecuente aquella sensación de estar flotando, de estar entrando en un remolino que la tragaba sin poder oponerse, en una especie de túnel que no tenía salida. 

Hace poco dejó de hablar solo miradas, silencios, sensaciones.

¿Qué me esta sucediendo? 

Se fue apagando como un pábilo vacilante, como un suspiro existencial, sostenida de aquella mano desconocida (su hija) que tanta ternura le brindó.