Cae el sol a media tarde, bañando las hileras de montañas interminables
de cumbres nevadas y lejanas como sueños inalcanzables
cae el sol, el cielo arde, la luna se inclina sobre las colinas del este
y las luces de los pueblos se encienden en el horizonte
el aire tibio trae el aroma del bosque, de la tierra, de la hierba y de algún incendio lejano
los pájaros entonan sus últimas conversaciones,
la noche se abre paso con su majestuoso manto
y la voz de mi madre llega hasta mí con el viento.
La noche es densa y aviva mi imaginación
ávida de historias y personajes que algún día tal vez existieron.
Quiero conservarte así, para siempre
este es el lugar en el que crecí y el que guardaré hasta mi muerte
ojalá el tiempo no pasase, ojalá ahora mismo se detuviese
deseo conservarte como un retrato viviente
te llevo en mi alma, en mi corazón y en mi mente
y siempre que me voy, tengo miedo de no volver a verte.