Pare, mire y decidí,
tome mi pluma entre mis manos
un pedazo de papel y lo escribí.
Mire al cielo, al suelo a la
pared y lo sentí.
Pero a pesar de pasar toda
la tarde, ni un renglón
pude escribir.
Pare, mire y decidí,
regrese al rincón bendito
que alguna vez yo temí.
Y por fin salio la inspiración
que hacen estas lineas
el gusto que viví.
-Juan Antonio Ayala H-