De la noche, ¡Bella señora!;
¡Preciosa!, cual ninguna;
Reina del cielo, eres luna;
Que a la humanidad enamoras.
De estrellas es tu vestido,
Esperas paciente a tu amante;
Rey del día, el sol radiante,
Que por siempre te ha querido.
Y aunque juntos no estarán,
Pocos instantes les dará el destino;
Para que los dos unan su camino,
Y así felices se amarán.
Y durará el eclipse sólo un momento
Para que puedan vivir plenamente su pasión;
Y así esperarán nuevamente otra ocasión,
Para volver a unirse en el firmamento.