No puedo amarte,
aunque me roce la luz de tus ojos en mi mente
y tu voz de violines toque la fontana de mi ser.
No puedo amarte
porque eres hombre prohibido para mí
No, no puedo amarte aunque el fuego de tus besos por dentro me queme,
aunque me incendie de pasión por ti.
Aunque llore de rabia
sabiendo que eres una fruta que me provoca
pero jamás podrá ser mía.
Vuelvo a la cordura.
No puedo amarte,
porque no puedo tocar, ni desear, lo que no es para mí;
mejor como un río libre lo dejo ir.
En el horizonte despejado,
me esperan nuevos motivos para vivir.
Autora:Edith Colqui Rojas-Derechos Reservados