Cruzando el ancho mar en motoreta
mi amigo se venía a las españas,
dejándose al intento las entrañas:
cargábala a la espalda, ¡qué puñeta!
A la espalda, ¡menuda papeleta!,
tentado por las cosas más extrañas,
quisiera conocer cómo te apañas:
¡lo más inverosímil te “autorreta”!
Güenazo es ante todo y sobre todo,
la más pequeña historia le apasiona;
¡amigo es más que amigo!, ¿quién dudara?
Le busca a la ocasión justo acomodo,
y si algo no anda bien, todo abandona
por dar un abrazote a nuestra Jara.
Gonzaleja