Este es el sonido, más claro que emite el alma
Es el gorjeo de una alondra, el aletear de un colibrí
Quiero sentir aquella melodía, ardiente y silenciosa
Profanar mis oídos sin premeditación
Y que con su manto, de eternos susurros
Envuelta lo más profundo de mi corazón
Hay flores en la canción que está sonando
Vuelan por el viento rumbo al ocaso
Espero silente, mientras el río canta
El agua sonríe, las piedras abrazan mis pies
Resonancia de un eco, eterno fluir
Encontrar ese camino, alcanzar mi esencia
Llévame hacia el destino seguro
Guíame al nuevo amanecer