Inefable es mi miedo a el olvido, y me inunda la melancolía del vacío.
Avizoro desde lejos la posibilidad de ser olvidada, y me da un puto susto no ser recordada.
Le temo a la asistencia, de la insistencia; Y pierdo el coraje de está lucha interna.
Le temo al oscuro de mi sombra siniestra.
Le temo a el olvido, a el vació, a el adiós, a el odio.