ricardogonzález

Desarrollo

Una ciudad que se alimenta de otra, eso es lo único que veo.

Una de esas dos, se siente la dueña de todo, sus más de tres neveras, casas y delitos, son la muestra perfecta, de todas las ganas y el poder que tienen para tener y que siempre han tendido, para seguir teniendo.

Mi ciudad vive de las migajas, el perdón y la misericordia, ha perdido vida, tiempo y ganas, no sabe que es tener lo suficiente, nunca ha tenido de más, siempre ha vivido de la ausencia de lo necesario, trabaja para dar, divertirse y sonreír, le ha hecho falta vivir, sin problemas o preocupaciones, sobre el que será de mañana y como será mañana, si Dios lo permite.

Dos mundos, dos realidades y un solo lugar que vive del otro, esta es la ciudad que diariamente se acaba en la necesidad de una parte, para renacer con cualidades, lujos y variedades, en  un lado diferente, para aquel que no es consiente, no hay mucha distancia, entre una y otra vida.