De mi remendado corazón, loco y emocionado, que ha encontrado en tu mirar un remanso de ternura y tranquilidad, de mi alma depurada, confiable y serena, de la confianza que tu existir en mi vida me propicia, es de donde nacen mis palabras para ti hoy.
Quisiera decírtelas mirándote a los ojos, a esos ojos lindos que adornan tu rostro y que me encantan porque me suelo perder en la profundidad de su mirada.
Quisiera decírtelas tomando tus manos. Tus suaves manos con que a veces acaricias mi cara dejando una sensación de ternura profunda en mi piel.
Quisiera decírtelas también murmurando a tu oído después de cada párrafo que te quiero, como lo he hecho desde que te conozco, como lo haré por siempre.
Quisiera decírtelas mientras siento tu aliento cerca a mis labios tu aliento... preludio de un suave y dulce beso que se torna apasionado y loco en mis labios.
Quisiera decírtelas no a todo grito para que lo escuché el mundo entero, sino en el más completo silencio que es donde hablan las almas que se quieren y que sienten con pasión.
Quisiera decírtelas intentando llenar ese sitio que pueda existir carente de verdadero amor en tu corazón... ese que se perdió en las ilusiones maltrechas de un pasado ya muerto.
Quisiera decírtelas pero si no quieres escucharlas morirán cual flor marchita desprovista del agua que le da vida. Porque el agua que aviva mis palabras es la misma que mueve mi corazón... tu amor.
Quisiera decírtelas sin temor a que empalaguen tus sentidos y las sientas como melodía que de tanto sonar se torna monótona cual lejano tañido de campanas.
Quisiera decírtelas y que abran tu corazón a la aventura de vivir sin pensar tanto y de disfrutar cada día como venga, confiando en que el Señor pone las oportunidades en tu vida para que las sepas aprovechar.
Mis palabras, a veces tacitas, a veces expresivas pero siempre sinceras, que son solo para ti, son la mejor manera de hacerte entender que te quiero. Y están soportadas por el sentimiento y eterno compromiso que con mis acciones respaldo.
Porque quererte y sabértelo demostrar es quererte dos veces.