El esplendor del amanecer ,
te abre tus ojos , que de
inmediato se posan en mi ,
y extiendes una sonrisa .
Y la mìa no se hace esperar ,
delatando confidencias , de
una noche encantadora , de
abrazada pasiòn .
Asì pasamos esa temporada ,
que estuve en tus tierras
amadas , donde el trabajo ,
te absorbe con entusiasmo .
Pero estos dìas el trabajo ,
ha cedido el tiempo al gozo
del amor , uno que hemos
cultivado con esmero .
Porque el respeto ha sido ,
el ingrediente especial , que
engalana nuestra comunicaciòn ,
que es fluìda .
Como el rìo alegre , que baja
de la montaña , y asì hago
con mis besos , que recorren
tu terso cuerpo .