En las puertas de mis sueños he visto caer el mundo
Mis oraciones son vigiladas, por alfiles tenebrosos
abismos más oscuros que la noche, asoman a todas las bestias forajidas
La luna luce pálida y asustadiza, quebrada re silente desorientada
Mi vida viciada y el número de oraciones padecen, pierden su fe
Ondeando y surcando mi mirada, entre esta tristeza melancólica
Me debato entre la vida y la muerte, los seres tenebrosos asechan
Un lamento rompe el egoísmo por morir, es un corazón que aun ama
Un sentimiento es arrastrado desde la profundidad del alma
La profundidad de mis recuerdos entre los horrores que viví aun lastiman
Los amaneceres en tiempos de cólera, la felicidad que se desoja marchita
La tierra muerta y opaca, se traga mis lágrimas y mis sueños
El cielo se congela con los negros anocheceres gélidos
Cruel universo que no logra un balance, mis dos demonios atacan mi mente
El tiempo se detiene en una agonía, muere con las horas que se dictan
No tengo identidad, no existen razones, no hay gloria, me seduce el egoísmo
El aire acaricia con tanta furia, sus navajas dejan un horror sordo que vaga
Floto en la tierra, la de este tiempo, que no me perdona
Se anuncia el fin de los tiempos, donde muere la moral ética
El mundo luce tan siniestro
Los demás mundos temen de nuestra tierra,
Los lamentos desgarran el alma trastornan los corazones nobles
Los demonios carcajean sobre nuestros rezos, entre las cizañas mortales
La vida muere en cada lágrima de mis ojos que no puedo detener
Mi tiempo muere….
Me lanzo sobre los lienzos, que escriben mi historia con sangre
Mis memorias se guardan para siempre, en los abismos
Las presencias malignas avanzan por toda mi sangre soy uno de ellos
Caigo en un mundo paralelo al nuestro siglos de épocas ante mis ojos
Los ángeles tocan sus despedidas, han perdido a un ser que fue bueno
Una aventura sin regreso ha tocado mis fibras, los espectros me despedazan
No hay escapatoria, están por todos lados; el oxígeno que entra a mis pulmones me fulmina por dentro
El mundo ha quedado estéril
El valle es desolador tétrico fantasmagórico
La ponzoña hace que los ríos enfermen en cada crepúsculo
El mal se deposita en todas la Ciénegas de aguas con ríos purpura
Las horas se marcan con el pasar del tiempo
No hay lugar para el alma ni las almas puras
La tierra ha caído en la maldición de los humanos que no aman.
MAQUIAVELICA