Entre mis sábanas blancas te encontré anoche, tenía mi piel sensible por oler a ti, mis labios decían tu nombre y mis manos acariciaron tus sentidos.
La noche fue corta pues contigo todo siempre fue así, lo bueno era tan corto que siempre desee más.
Me sedujiste con ese deseo tan latente en tu mirada y esa forma de hablar tan sensual que hizo me enamorara de ti. Me llevaste por un momento tan ardiente, tan sensible, tan latente..que vi a mí al rededor tu presencia.
Era todo tan vivido que no quería se detuviera, jamás me besaste cada pedazo de la piel ardiente de ti, por ti me perdí un momento en tu mirada fija en la mía y ese brillo me hundió en ti, te hundió en mi y nos volvimos locos de pasión.
Fue sensacional cuando ese tono sensual se metió en mi oído y caló mis huesos dejándome toda para ti, solo para ti...y fuimos esa pareja que un día soñamos ser entre sábanas y sudor.
Era una gran noche esta de los dos hasta que mis sentidos despertaron de un sobresalto, fue cuando te vi en esa fotografía de la pared de mi cuarto mirándome y con esa sonrisa que siempre me apasionó, pero qué desilusión la mía cuando vi al lado mío esa sábana fría y sin ti.
Me recosté de nuevo toda cubierta por mi sábana fresca, puse mi rostro en la almohada y lloré...lloré tan desconsoladamente que me dormí cansada, tan cansada de no verte, de no oír más tu voz, de no tenerte más y fue allí, fue allí cuando me di verdadera cuenta que ya no volverías, que estabas descansando en el jardín de los sueños eternos y te odié...te odié tanto por no estar a mi lado, por haberte ido así tan intempestivamente de mi vida que pensé en no añorarte más ...nunca más.
A dos años de tu partida mi dulce amor, hasta pronto, espero verte en el cielo
D.