Alejandro Pezeira

Muerto

Estar muerto no es sumergirse en la tierra,

mas sí nadar en la tristeza.

 

Estar muerto no es piel al hueso,

mas sí alma al viento.

 

Estar muerto no es juntar, en el cajón, los dientes,

mas sí embucharse de silencio los cachetes.

 

Estar muerto no es dejar caer al párpado,

mas sí perder el brillo del ojo.

 

Estar muerto no es un velorio y una lágrima,

mas sí perder del pecho el alma cálida.