Para escribir de ti hace falta más tiempo, una hora o dos recostado en mi cama, aunque las letras de los alfabetos no alcancen para convertirte en poema, quisiera tenerte inmóvil para captar los detalles de tu piel y de tu alma.
Podría escribir de ti con sólo cuatro letras, amor, pero sería instantáneo, un desperdicio de talento, quédate aquí, quédate así, duerme si quieres mientras te observo.
Tal vez saque el lienzo y el óleo y te engañe para que pienses te pinto, pero no sé pintar, bien lo recuerdas.
Entonces pintaré sólo mis labios y dormiré a tu lado, soñando imitar una obra de arte complicada con el pincel más suave.