El corazón herido
que cobija a otro en su entraña,
es lo que tengo para dar.
Los ojos gastados
que hacen brillar a una mirada,
es lo que tengo para dar.
La sonrisa raspada,
que logra besar a otra
sin lastimarla,
es lo que tengo para dar.
Y mi amor intacto,
dulce y valiente,
es lo que siempre voy a tener para dar.