Tras el texto,
se encuentra un corazón
abriendo su íntima experiencia,
ofreciendo el mundo que contempla
en su concierto hilado de palabras.
No son palabras leídas con los ojos,
son las que atraviesan el alma,
las que giran y giran machacando
los lares dó los pensamientos no alcanzan,
las que hablan del presente, el pasado y el futuro
con metáforas jamás imaginadas.
Y nos llevan a pensar en el destino
y en otros pozos de palabras,
para compartir con amor las aguas
en el camino sorpresivo de la vida
que se halla allende las palabras.